¿Te apuntas al "Batch Cooking"?...


¿Cuántas veces habré oído eso de “es que no tengo tiempo para cocinar”?...Muchísimas!. Y lo cierto es, que si realmente analizásemos a qué destinamos nuestras 24hrs del día, nos sorprenderíamos al detectar que parte de nuestro día a día lo dedicamos a tareas superfluas, que podríamos perfectamente eliminar o reducir. Pero ese es otro tema que abordaré en otro momento.
El “Batch Cooking” es una excelente solución para cuando vamos a tope, corriendo de un sitio a otro, trabajo, gestiones, las actividades de los niños, reuniones, etc…. y cuando llegamos a casa se nos viene el mundo encima a la hora de pensar en las cenas. Es ahí cuando los propósitos que nos hacemos cada semana de “esta vez sí que voy a comer sano y sacaré tiempo de donde sea”, se nos vienen abajo. Y volvemos a entrar en esa espiral de abrir aquella lata o paquete que dice que en 5 minutos te prepara unos espaguetis suculentos, o tiramos de aquella pizza “de reserva” para un día “de urgencia”. Y así vuelven a pasar los días, y nos olvidamos de los buenos propósitos y tiramos de los “por si acaso”, gran parte de días de la semana.
Yo te propongo que te sumes al “Batch Cooking”, y no por moda ni tendencia. Sino por salud!. ¿Y qué es?. Pues ni más ni menos que es una forma de planificarte tus menús y recetas del día a día sin agobios, de forma saludable y rápida. La idea es buscar una mañana o tarde de un día a la semana que tengas más tiempo disponible para poder dedicarte a cocinar más cantidad y organizarte para guardar en frigo o congelador para el resto de días. Ya sé que me dirás que esto no es nuevo!. Y efectivamente, no lo es. Nuestras abuelas y madres ya lo hacían. Pero con el ritmo de vida que hemos ido adquiriendo, lo hemos ido perdiendo, a costa de nuestra salud. Y ésta, nunca la podemos perder!. Así que te propongo algunas ideas para que veas lo sencillo, económico e interesante que te puede resultar:

ü  Planifica tu lista de la compra. Un buen “Batch Cooking” empieza en saber qué vamos a comprar. Por lo tanto, confecciona una lista con los alimentos que realmente vas a necesitar para esa semana. Evitaremos tentaciones superfluas al ir al súper cada dos días, y gastaremos menos de esta forma.
ü  Ten siempre unos básicos para preparar y guardar. Por ejemplo, legumbres y cereal de grano entero e integral cocinados, salsas y/o aliños naturales y caseros. Te aguantarán en nevera perfectamente unos 3 o 4 días en tuppers de cristal y herméticos. También los puedes congelar. Y pueden servirte de base para combinar con ensaladas, cremas, sopas, ceviches, etc…
ü  Cocina de más. Se trata de que ya que estás haciendo esa crema de verduras o ese potaje, añadas un poquito más. Así te saldrán más raciones que podrás guardar como comentábamos antes.
ü  Vas a ahorrar dinero!. Piensa que dejarás de comprar tantos procesados, que además de ser horribles para nuestra salud, son mucho más caros y nos sientan peor. Si hacemos números, la comida “real” es siempre más económica que la de “mentira”. Haz cuentas!.
ü  Evitarás tirar comida!. Otro apunte importante, y que también te hará ahorrar dinero. Si nos planificamos de esta manera, evitaremos muchas cenas de esas de llegar a casa y que, aun sabiendo que tenemos esto o aquello que compramos y se nos va a estropear, no nos apetece nada ponernos a ello. Y es cuando decimos “mañana lo haré sin falta”, y otro día más que tiramos de lo primero que vemos en la despensa y otro día más que aquello fresco, ya no está tan fresco y va perdiendo además, sus propiedades vitales del alimento.
ü  Cocinarás con amor hacia ti mism@!. Uy, ¿qué dice ésta ahora?. Si si….lo has leído bien!. No podemos olvidar que el acto de cocinarnos y de comer es un acto de amor hacia nosotr@s mism@s. Y si no lo está siendo, plantéatelo. La comida es nuestro combustible diario y de ello se nutren nuestras células, órganos, tejidos, huesos…y luego derivará en un estado físico, emocional y mental. Si nos cocinamos siempre de forma rápida, estresada, sin mirar qué le ponemos a nuestros platos, de forma aburrida y poco apetecible, no nos estamos tratando con amor. Simplemente estaremos llenando la barriga para ir tirando. Así que esos ratitos que te propongo donde exclusivamente vas a dedicarte a cocinar, disfrútalos y hazlos con amor hacia ti mism@.
ü  Las semillas y frutos secos. Grupos de alimentos indispensables, tanto en desayunos, como en comidas, meriendas o cenas. Contienen muchas grasas saludables como ácido linolénico (Omega 3), ácido linoléico (Omega 6), Vitaminas y minerales como calcio, Magnesio, Selenio, Zinc, etc… Te recomiendo que las remojes la noche anterior para quitarles los antinutrientes como las fitasas, y que las escurras y las tuestes un poquito en sartén u horno. Haz una remesa importante para tener durante la semana. Si las conservas en botes de cristal bien cerrados y libres de humedad, tienes unos “toppings” para los desayunos, o acompañamientos en ensaladas, o en cremas de verduras o meriendas, excelentes.
ü  Verduras, frutas, huevos, carnes y pescados.  Hay quien también propone cocinar estos alimentos en día del “Batch Cooking”, pero yo soy reacia a ello. No te asustes!.¿Por qué?. Muy sencillo. Estos alimentos se preparan de una forma muy rápida y sencilla, no son los que más requieren tiempo. Además, frutas, verduras, hortalizas….es mejor pelarlas, cortarlas y cocinarlas en el mismo momento en que te las vas a comer. Sobre todo para que no pierdan parte de sus propiedades y vitaminas. Pensemos que en el momento en que cortamos o pelamos las verduras, ya se están “perdiendo” algunas de sus vitaminas más lábiles. Y algunas como la vitamina C, que es de las más termolábiles, puede llegar a perderse en un 50% según la cocción y el tiempo.
Con los huevos pasa lo mismo. ¿Cuánto tardamos en hacernos un huevo poché o una tortilla?....poquísimo!. Y un trocito de carne o pescado a la plancha?. Nada y menos.
Estos son los alimentos que menos tiempo te van a restar para elaborar tus menús equilibrados. Por ello recomiendo hacerlos en el momento. Por descontado, si hablamos de guisos o similares, los cocinamos como teníamos previsto y los guardamos en frigo o congelador. Sin problema.

Como ves, no hay excusas para elaborar nuestros menús semanales de una forma saludable, rápida y variada. Es cuestión de organizarse y priorizar. Tu salud lo vale y tu bolsillo también te lo agradecerá.

¿Y tú, destinas un ratito de tu semana al “batch cooking” o todavía no?. Ya me cuentas, si te apetece…


Comentarios

  1. Hola Montse!! gran entrada! Gracias!! tengo una duda, qué opinas de las hojas verdes en bolsa, troceadas y lavadas que venden en los supermercados? (distintas variedades de lechuga y mezcla de diferentes hojas, canónigos, rúcula, espinacas...), se pierden muchas propiedades con respecto a las mismas hortalizas compradas en mercados o fruterias? y en cuanto a las legumbres, es muy diferente comerlas de bote (el de cristal, no latas de legumbres super procesadas) a comprarlas a granel y cocinarlas uno mismo? el bote es más bien para situaciones de "emergencia" o puede ser un recurso diario? Gracias Montse!! un abrazo!!

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  2. Hola Jose!. Antes que nada, gracias por tu comentario. Voy allá!. Respecto a la primera cuestión. Más que pérdida de nutrientes (que también ), es cuestión de control alimentario. Las famosas ensaladas de bolsa son "carne de cañón" para ser portadoras de bacterias tipo E.Coli y Salmonella (muy habituales en este tipo de alimentos y envases). Aunque hayan pasado todos los controles y estén súper lavadas y escurridas. Pero el formato, el producto y el envasado son una tríada peligrosa. Así que, en la medida de lo posible, mejor al natural y te haces tú mismo el combi que quieras. Respecto a las legumbres, no son mala opción para situaciones de "emergencia" las de bote de cristal. Si podemos, mejor naturales, remojar 8/12horas y cocinar, pero sino, con total tranquilidad las podemos consumir. Espero haberte respondido a tus dudas y nuevamente gracias!. Un saludo.

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