¿Qué hay detrás de un "paciente im-paciente"?.






La respuesta a esta pregunta es tan sencilla como compleja: Una persona que busca ayuda y soluciones lo antes posible a su problema. 

Debemos de ponernos siempre "en los zapatos" de la otra persona, sin enjuiciarla y sin etiquetarla. Y sin dar por hecho o por supuesto nada de lo que le pasa o le deja de pasar. Cada persona es un mundo, y vive SU realidad distinta a la del vecino. Y ambos pueden tener SU verdad. ¿O es que tú quizás no tengas la tuya propia, y puede que sea muy distinta a la de las otras personas?...¿Cómo te sentirías si te dijeran que no puedes sentirte "así o asao" porque no es para tanto?... Puede que para otros, no sea "para tanto", pero para ti, sí. Y sientes que necesitas dar solución a tu problema con urgencia.

Una de las funciones que debemos de tener siempre presente l@s profesionales de la salud y l@s que acompañamos y/o divulgamos para lograr una mejora de los hábitos de alimentación en la población, es comprender cómo y de qué forma la otra persona está viviendo su bloqueo/situación de estrés. Es la manera de poder hacernos idea del mapa mental que se construye, qué recorrido hace en su cabeza y qué estrategias sigue, que por otro lado, habrá que corregir en su momento, dado que si pide ayuda es porque los resultados que obtiene respecto a lo que desea lograr, no casan.

Afortunadamente, vamos avanzando en materia no sólo científica, sino también en la gestión emocional para todo lo que nos rodea en la vida. Pero aún nos queda por hacer. Hasta no hace mucho por ejemplo, si alguien necesitaba ayuda para revertir un problema con la obesidad, la "receta" que se le ofrecía a esa persona era la ecuación: dieta + ejercicio físico + fuerza de voluntad. ¡Estupendo, para algun@s!...Pero ¿y el resto (much@s, muchísim@s) de personas que no lo logran?. ¿Son "pacientes difíciles"?. ¿Los vamos cambiando de dieta en dieta hasta aburrirles?. No!, se trata de averiguar qué más cosas pueden estar influyendo en la persona para que no logre bajar de peso. Y las hay!. Por eso, muchas veces hay personas que abandonan en el proceso. O parece que lo logran pero al tiempo vuelven los problemas. ¿Qué puede estar ocurriendo?.....

Además de las variables que te he mencionado, la epigenética es clave para entender por qué muchas veces:  dieta + ejercicio físico + fuerza de voluntad no es suficiente. Y como dice el prestigioso oncólogo e investigador Manel Esteller, "la epigenética es el interlocutor del ambiente con la genética". Es decir, lo que puede hacer que unos determinados genes se expresen o no, y por lo tanto, en función de cómo vivamos la vida (hábitos, descanso, gestión de las emociones, actividad física, alimentación, etc...) estaremos más predispuestos o no a ciertas patologías o trastornos. De hecho, hay estudios que revelan que sólo un 5%-10%  de los trastornos relacionados con la obesidad son de origen genético. En el resto, interviene de lleno la epigenética. Por ello, recalcar la importancia, no sólo para abordar patologías, sino a modo de prevención de salud, de buenos hábitos y de divulgación es imprescindible.

Pero claro, a todo esto puedes estar pensando ¿y por dónde empezar.? Son muchas cosas a tener en cuenta.... Tener un buen acompañamiento terapéutico y las ganas de hacer cambios reales son dos cosas fundamentales.

Como te decía antes, cada persona se fabrica su mapa mental y su realidad. Las gafas con las que ve la vida. Así, según piense, sentirá unas emociones (e-motion, que significa "energía en movimiento" y por ello nos lleva a conductas) y en consecuencia, actuará. Por ello, la gestión de las emociones es vital. Éstas podrán modificar el tomar unas elecciones u otras.

Retomando el ejemplo de una persona con problemas de obesidad, imagina que nos dice:  "es que después de un día complicado de trabajo, no puedo evitar comerme dos bollitos de chocolate en casa". ¿De verdad lograremos "sólo" con la ecuación de antes ayudarle con la adherencia necesaria para que consiga nuevos hábitos más saludables?. Puede que en algunos casos sí. Dependiendo de lo que le esté impulsando a esa persona a esa conducta, el tiempo que haga que tiene ese hábito, etc...Pero muchas veces no. Y esa persona lo está pasando realmente mal. Te explica con sufrimiento, culpa y vergüenza que "no puede evitarlo" y que ciertamente, cada vez que se enfrenta al armario de la cocina con los bollitos,  no puede contenerse. O incluso mucho antes!, saliendo del trabajo y pensando en el mal día que ha tenido, se puede estar imaginando en su cabeza el llegar a casa, abrir la puerta, ir a la cocina, al armario, coger los bollitos e ir al sofá a "recompensarse".... Luego te explica que llega ese diálogo interno justiciero que le recuerda: lo mal que lo ha hecho otra vez y la de kilos de más que está echándose encima. Y así entramos en la famosa "rueda del hámster".Quizás incluso, hace poco ha llegado a tu consulta o a pedir ayuda, pero sin embargo lleva mucho más tiempo intentando por su cuenta solucionar sin éxito su problema. Hemos de comprenderlo. Tampoco significa esto que tengamos que resignarnos, sino aceptar y entender para dar con la mejor forma de "hacerle caer la ficha de dominó" que le impulse a ese cambio. La pedagogía es una herramienta que siempre defenderé, porque ayuda mucho a difundir para prevenir. Y ya sabemos el dicho: "más vale prevenir, que curar"....

Hemos de abordar de forma multidisciplinar e integral las cuestiones de salud. Una buena dieta, por muy equilibrada y compensada que esté hecha, y por mucho que le recuerdes la importancia de que haga deporte y que le ponga voluntad al asunto, si no trabajas desde la raíz, no habrá éxito a largo plazo. Las primeras semanas, puede ser. Pero eso no es lo que queremos, ¿verdad?. Si trabajásemos emocionalmente con esa persona tendríamos que poder saber qué ocurre en su mapa mental, qué siente y cómo es ese momento que le desencadena tal situación. Como si reveláramos su fotograma mental paso a paso y sentido por sentido. Y así saber por qué actúa como actúa y hacia qué lugar le lleva esa conducta (donde lo que quería obtener vs lo que realmente obtiene, no se corresponden). ¿Para qué?, pues para obtener la información que nos permita entender por qué su estrategia no está funcionando y dónde no funciona y así,  poder ayudarle a cambiar algo ¿Qué podemos hacer para que el resultado se ajuste al objetivo que desea lograr?. Teniendo en cuenta que, es probable que también nos cueste identificar el objetivo real que desea la persona. Por miedo, tabús, cultura, creencias, etc...muchas veces nos cuesta expresar lo que nos mueve desde las entrañas. Es algo completamente inconsciente, humano y muy arraigado. Normalmente solemos expresar síntomas, pero no las causas reales. 

Si "buceamos" en el ejemplo descrito, puede ser que lleguemos a descubrir que la persona realmente no es feliz en algunos ámbitos de su vida que le limiten. Y lo "tapa" con la conducta que ya conocemos. Tapar emociones mediante la comida es un clásico. Quizás no está a gusto en el trabajo, y a su vez puede que crea que "no tiene edad para cambiar de Empresa", que además la situación laboral no es muy esperanzadora y prefiere quedarse como está, pero también quizás piense que en realidad se siente insegur@ y no cree en sí mism@ y por eso no se atreve a los cambios. Y no se atreve porque siente que no es capaz, porque se "ve mal físicamente" y no se siente aceptad@ ni valorad@ por los demás, etc....Y así podríamos llegar hasta la parte más profunda del iceberg. Fíjate!......lo que puede dar de sí un par de bollitos de chocolate!.... Entonces, no nos podemos quedar solamente con el: dieta + actividad física + fuerza de voluntad en estos casos. La persona debe de trabajar mediante técnicas terapéuticas muchas otras cosas.

Por tanto, seamos amorosos y comprensivos con la persona que nos pide ayuda para cambiar un hábito alimentario o para guiarle en su transformación. Incluso para saber a qué profesional remitirle con honestidad y profesionalidad, ya que lo ha intentado en innumerables ocasiones y no lo ha logrado. Y ¡cuidado!, esto no significa que ni yo ni nadie tengamos la varita mágica ni la receta milagro, porque lo dicho, cada persona es única. Y huyamos de: falsos gurús, alimentos milagrosos, dietas express.... Pero ya podemos ver que detrás de un "paciente im-paciente" puede haber dolor, sufrimiento, muchos pensamientos y emociones y ganas de solucionar su problema. Lo único que quizás no ha encontrado la solución todavía. ¿Qué harías tú si te pusieras sus gafas de ver la vida?.....¡Piénsalo!.

Es un tema sensible, lo sé. Pero sentía la necesidad de expresarlo en estas líneas. Si deseas reflexionar conmigo, sabes que te leo ;-)






Comentarios

  1. Hola Montse!! gracias por este nuevo artículo!! la verdad es que visto así es mucho más fácil entender porqué muchas personas funcionamos por ciclos, es decir, que estamos en nuestro peso un tiempo, cogemos un poco más de peso, lo volvemos a perder y siempre estamos fluctuando, hay quien tiene un márgen de 5 kg. hay quien lo tiene en 10 kg. y hasta más...desde luego no es el mejor escenario, y no acabamos de entender cómo puede ser que durante un tiempo seamos capaces de mantener una ingesta calórica adecuada y tomar decisiones correctas, y de repente todo se va al traste y caemos en una dinámca negativa descendente y todo lo que hemos bien durante varias semanas o meses lo deshacemos en unos cuantos dias o en una pocas semanas y volvemos al sobrepeso. imagino que aquí encontramos la respuesta...Muchísimas gracias Montse!!!

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